domingo, 9 de junio de 2013

Vidas «fuera de la ciudad»

Lc 7,11-17

Este pasaje enmarcado en una doble referencia -presentar a Jesús como profeta y la atención a la desgracia de los anawim o marginados, vulnerados y empobrecidos (la viuda y el huérfano en este caso)- nos presenta un aspecto fundamental del cristianismo: si en el amor Dios es primero (nos amó primero) en la compasión es segundo (responde, se conmueve… y mueve).

El paralelo aparece con cierta claridad, Jesús mira, se conmueve desde las entrañas, y responde. Asimismo, la aclamación del pueblo expresada con el verbo griego episcopéo refleja la misma dinámica, Dios pone su atención, su mirada, por ello visita a su pueblo y se refleja en que "el muerto habla", la pérdida radical de la viuda se vuelve en parte del acontecimiento profético. Lo maravilloso, antes que el hecho de que el muerto hable, parece haber sido el que Dios se haya "acordado", fijado, en estos, los últimos, los insignificantes cuyo destino es yacer «fuera de la ciudad».

En breve, compasión es resonancia responsiva y responsable. Implica que algo, un clamor, una realidad, resuene en nosotr@s, y desde ahí dejar que mueva nuestra responsividad o capacidad de responder, respuesta ofrecida libremente y asumiendo que también tendrá un efecto sobre nosotros mismos…

Sin ir muy lejos, habrá vidas que en nuestro propio contexto son "vidas" insignificantes, carentes de voz, insignificantes porque probablemente a nadie (o casi) interesa ni lo que tengan que decir o hacer. Son vidas «fuera de la ciudad», sin poder, sin sentido dentro del sistema y orden de nuestra sociedad, vidas de las cuales tal vez el mayor asombro no proviene de que Dios los visite, sino de contar con la atención de los seres humanos… la atención a la palabra indomable y tal vez desafiante e incomprensible desde nuestros propios esquemas que esas vidas son…

Así, el cristianismo no se reduce sólo a actitudes, las cuales sin duda son esenciales, sino que se extiende al ámbito sociopolítico, en donde su aporte, además de colaborar a construir "la ciudad" consiste también en cuestionar(se) acerca del modo cómo ésa es construida, de modo que sea posible que ser ciudadano entrañe no sólo una vida digna para sí sino también para otros… sin exclusión...

1 comentario:

  1. Signo de exclamación por el uso de «episcopeo»... Signo de interrogación por lo que hemos hecho de la etimología en la eclesiología actual...

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