sábado, 8 de marzo de 2014

Tentaciones y capitalismo: el imperativo de pensar

Desde una perspectiva del capitalismo como religión, el siguiente clip de Zizek abre la posibilidad a una interpretación no tradicional de las tentaciones del Mesías (versión de Mateo). Tal interpretación trata de decir e interpretar nuestra situación presente desde lo expuesto por este filósofo. Algunos puntos no son presentados directamente en la exposición, sino que surgen de acoger la provocación filosófica.

-«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes. »
"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda pa­labra que sale de la boca de Dios."

1) El pan no se saca de las piedras, es decir, no se puede prescindir del proceso del trabajo, lo mismo que la Palabra no es mera receptividad, sino acontecimiento transformador que implica la respuesta humana. En este sentido, la expectativa relativa a un cambio de sistema económico o político ha de incluir la perspectiva del trabajo, por lo que toda transformación en el orden sociopolítico, de la conciencia y de las relaciones no puede darse al margen de aquél. (De ahí cierto recelo hacia anuncios semi-mesiánicos de un período de cambio de conciencia o de espiritualidad que no contemplan esta dimensión fundamental de la existencia humana (el trabajo), lo cual puede ser una perpetuación de la injusticia).

-«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: «Encar­gará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, pa­ra que tu pie no tropiece con las piedras. " »
-«También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios."»

2) la transformación del mundo -incluida la superación de un sistema como el neoliberalismo capitalista- implica pensar, la fatiga y riesgo de pensar, y no actos de compulsividad irreflexiva (sin rayar en la pasividad o contemplación insignificante).
Si bien una revolución podría poner fin a una hegemonía, esto no sucederá sin heridas. Asumir o no una rebeldía, revolución, protesta, que implique violencia o no, ha de ser también parte de la apuesta reflexiva -pero aún así siempre arriesgada- humana, consciente de que "toda resistencia es una ruptura con lo que es. Y toda ruptura comienza, para el que se compromete con ella, por una ruptura consigo mismo." (Badiou)

Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: -«Todo esto te daré, si te postras y me adoras.»
"Al Señor, tu Dios, adora­rás y a él solo darás culto."

3) tal vez lo más desafiante, afrontar, develar y romper el mito del valor, cuya promesa resulta no sólo atractiva sino sumamente convincente. La complejidad del valor: ¿qué es lo que confiere "valor"? ¿De dónde proviene y en qué consiste su poder? ¿Qué significa el valor? Esto es doblemente desafiante en un época en la que la pregunta por el "cuánto" es más usual y comprendida que la pregunta ir el "qué significa".

PENSAR (con ese pensamiento que es también PRAXIS) más allá del sistema económico-político actual implica pensar desde dentro de él, o más precisamente, desde los lugares que él mismo excluye, pues estos lugares (llámense cinturones de miseria, barrios marginados, migrantes, habitantes de la calle, etc) conocen "el secreto" de dicho sistema-mundo.
La perspectiva encarnada del evangelio no hace menos desafiante la realidad, sino que abre desde ese horizonte en el que parecería que nada más es posible, la posibilidad de un mundo nuevo, un mundo más allá del sacrificio.... de otros... Si el amor se limita a "enmendar" las deficiencias en los ámbitos de lo económico, lo político y lo social, en vez de producir también el pensamiento y praxis que pueden transformarlos, terminará siendo una "pasión útil", pero útil sólo para unos cuantos...

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